lunes, 5 de enero de 2009

RETOMAR LA TAREA

Después de muchas idas y venidas, de dar vueltas, de ocuparse de un montón de cosas que poco tienen que ver con su actividad especifica, su tarea concreta, el autor intenta regresar, retomar, volver al trabajo tras una especie de vacaciones que se tomó podríamos decir de sí mismo, unas vacaciones de la escritura y de la lectura también. La obra en cuestión sin embargo no dejó de estar en su pensamiento ni un minuto durante este tiempo, más bien todo lo contrario, digamos que la obra permaneció y permanece ocupándolo por dentro y por fuera en cierta forma. Su cuerpo es el territorio ocupado, felizmente invadido, tomado por este feliz enemigo (?) que vendría a ser la obra, la historia que en este caso intentará contar.
Lo concreto es que todo este tiempo en que la montaña de papeles y materiales de todo tipo estuvieron durmiendo en el placard la obra creció en su mente y también la expectativa respecto de lo que ese montón de papeles iba a adar como fruto. Hoy se enfrenta a esa montaña y no sabe muy bien como encararla y se siente aturdido y perdido una vez más. No obstante esto su ánimo está intacto y entiende que es cuestión de tiempo, de rearmar una rutina diaria de trabaja, de entrar en la variante de las horas fijas de escritura diarias y/o semanales, que es cuestión de poner el pecho a las balas, sentar el culo en la silla y darle a teclas más allá de las certezas.
Ahí va el sujeto, ahí va a intentarlo una vez más. Hoy no escribió mucho que digamos, incluso nada escribió excepto estas líneas que aquí se publican sin destino. En todo caso fue un primer acercamiento, una nueva aproximación, una salida lenta de un estado de hibernación.
Volverá. de a poco pero volverá, o sea vuelve, es decir: ya volvió, a su modo, a poner las manos en la masa.-