domingo, 27 de diciembre de 2009

UNA NOCHE PERFECTA

La luna. Las estrellas brillando en lo alto. El cielo azul oscuro y profundo.
Grillos, ranas, sapos. El olor del pasto mojado por el rocío.
Calma.
Una brisa fresca constante.
Quieto. Estoy quieto.
Hago algo distinto: no más castigos, no más lamentos, no más arrepentimiento.
Dejar de lamentarse por lo no hecho, lo mal hecho, por los errores, por las decisiones mal tomadas, por las decisiones no tomadas, por lo incompleto, por la furia, por la soberbia. Por todas esas cosas que creía que le hacía a otros mientras en verdad es a mí a quién se las hacía.
Me alejaba, de esa forma me alejaba, cada vez más, me alejaba de mí, me alejaba de todos.
Tengo suerte de estar vivo, suerte de darme cuenta de las cosas ahora, de darme cuenta a tiempo, suerte de poder parar.
Suerte.
Como se dice por ahí: cada respiración un nuevo comienzo. Bueno, ahí vamos. Con la próxima respiración volver, con la próxima respiración empezar. De nuevo. Sí, porqué no? Empezar de nuevo. No de cero, nunca es de cero. No hay cero. Pero sí de nuevo.
Con la próxima respiración. Cominezo. De nuevo. Otra vez? Sí, qué problema hay? De nuevo. Voy. Todo de nuevo. Todo nuevo. Todo por delante. Todo por hacerse. Una nueva tarea. Voy. Y si me equivoco? Voy de nuevo. Uno, dos, uno, dos, inspiro, expiro, tomo aire, suelto el aire. Una respiración, un comienzo.
De nuevo.
Todo a nuevo. Todo.
De nuevo.
Comienzo...

miércoles, 16 de diciembre de 2009

BLANCO

Página en blanco. Tiempo libre. Tiempo muerto.
Página en blanco. Disperso. Sin impulso. Con pocas ganas. Con nada de ganas.
Falso stand-by.
Pausa. Punto.
Vacío. Frustración.
Sueño.
Página en blanco.

COSAS QUE PIDE MAMÁ

LECHE
YOGUR
GALLETITAS
TÉ VERDE
MATE COCIDO
CHUCKER
JABON
SHAMPÚ
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CABLE
SUBTEPASS

CÍRCULO

Una noche hace muchos años rompí una biblia en mil pedazos, le arranqué las páginas y la hice añicos con las manos. Con rabia metí los papelitos en una bolsa de basura y me fuí caminando 50 cuadras bajo la lluvia hasta la costanera. Con bronca y desprecio la tiré al agua. Después casi me arrojo yo también al río. Antes de todo había partido al medio un crucifijo.
Pasó el tiempo y hace poco agarré y metí en una bolsa negra todos los cuadernos y libretas en los que venía escribiendo desde antes de lo de la biblia. No los rompí, los metí enteros y encima les metí los desperdicios que se acumulaban en el tacho que hay en el patio. Era de noche y llovía como aquella vez. Descalzo salí a la calle y puse la bolsa en el canasto para que el camión de la basura se la lleve.
No estoy muy seguro de que todo esto signifique algo. Acaso una forma absurda de "justicia poética".
Qué sé yo.
Rojo, Verri y el comisario parados fuera de la garita bajo la Genral Paz a metros de la barrera y la estación de tren. Conos naranjas desordenados y el baño químico a disposición. El ruido de los autos que pasan, un camión hace tronar el asfalto sobre sus cabezas.

ABAJO

Una "bandita" de adolescentes viaja en el furgón el domingo a la tarde. Cinco varones y dos chicas: Hay uno más chico que el resto al que llaman "Pato" o "Chucky".  Todos con el pelo corto a lo  Daddy Yankee, gorritas con visera, bermudas holgadas, altas llanta, camisetas de la NBA o de fútbol. Toman vino de cartón en un chopp de cerámica que pasa de mano en mano. Se ríen, cuchichean, levantan la voz un poco. No parece que esten molestando a nadie. La formación para en la estación Martínez y de la nada aparecen dos canas y los bajan del vagón a castañazo puro, les pegan uno por uno en la nuca mientras les ordenan "¡Vamos! ¡Abajo!! Bajen!!!". Son sopapos sonoros que semejan los de un padre sacado. Una vez en el andén los hacen parar abiertos de piernas con las manos en la pared, uno se da vuelta para decir algo y recibe un bife en el brazo "Date vuelta!" Empiezan a revisarle los bolsillos y las medias mientras el tren cierra sus puertas, arranca y se aleja.
Los pasajeros comentan entre ellos la escena son tono aprobatorio, justifican, casi se alegran por lo que acaba de ocurrir.

martes, 15 de diciembre de 2009

UN DÍA

Pasaron muchas cosas en las últimas semanas, aunque no sé si tantas...
En particular una. Una en especial. Una específica.
Esa "cosa" cambió todo por un rato. Cambió el ritmo, cambió el foco, cambió la energía. Cambió.
Y mezclado con un montón de sensaciones y sentimientos y pensamientos, mezclado con todo apareció el miedo, la angustia, el desconcierto, el desorden, la confusión, el caos.
Esa cosa no se nombra, esa cosa no la digo, no la aclaro, no la toco. Por ahora no.
Mientras tanto la procesión- como se dice- va por dentro. Mientras tanto como puedo sigo, mientras tanto como puedo voy.
Ahora por ejemplo, ne este momento, este preciso momento, ahora hago esto: escribo, paro un instante y escribo esto. Esto que no dice mucho, más bien nada. Esto que no aclara, no describe. Esto que no.
Mientras tanto espero. Mientras tanto espero ese día, ese instante, ese momento que a veces parece más cerca y otras veces infinitamente lejos, digo, escribo, ese momento en que me decido del todo, lo que se dice "del todo-del todo", ese momento en que finalmente después de una vida de buscar, de pelear, de perderme, de rezongar, de soberbiar, una vida entera de dar vueltas, de retorcer, de hacer nudos, de perder el rumbo, de encontrarlo y volverlo a perder, digo, llega un día en que finalmente me decido y me pongo a escribir en serio.
En serio.