jueves, 27 de diciembre de 2007

EN REMOJO

Por si hiciera falta aclararlo: el autor se encuentra descansando tras una año bastante intenso y no menos agitado en el buen y en el mal sentido de la palabra. Lo cual no quiere decir en absoluto que haya olvidado u olvide siquiera por un minuto la tan mentada obra en construcción que dicho sea de paso ( y aclarando la inquietud de mi amigo Basso) se titula tal vez provisoriamente "La Fuerza de la Ley, Culebrón Sangriento".
He dicho.
Gracias.
Y hasta muy pronto!!!

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Y BUÉ...

Está claro: no fue la gran cosa el borrador que a duras penas terminé antes de desmayarme definitivamente sobre el teclado. Cosas forzadas, situaciones que no se entienden, personajes que se desdibujan y diluyen. Falta de estructura clara, dificultades en el habla, tono errático, registro titubeante, poca acción (nada para ser honesto) y como si fuera poco un mal nombre puesto a las apuradas para no mandarlo sin bautizar.
En fin: podría sentirme frustrado y algo frustrado o desilusionado estoy por la pobre calidad del trabajo. Pero por otro lado y al mismo tiempo está bueno haber llegado a los golpes a más o menos terminar algo. Y enviarlo fue liberador y me predispone de otra forma a las correcciones y reescrituras que seguramente vendrán durante todo el verano.

domingo, 9 de diciembre de 2007

DE LA ANGUSTIA A LA EUFORIA

¿Haciendo qué? nada. Y todo. Sentandome, conectando. Redirigir todo impulso, todo sentiemiento, todo miedo (¿a la página en blanco?) hacia la punta de los dedos. Permitirme cualquier estrategia posible. Hacerme el distraído y rodeandome de tantos estímulos como me parezcan para subirme a la ola sin saberlo y llenarme de distracciones alrededor que me me hagan olvidar un poco (mucho) la seriedad, gravedad, solemnidad, rigidez...con que insisto y me obstino en tomarme esta cuestión. Papeles sueltos, internet, buena música, paseos por youtube, miradas de reojo al resto de la habitación y de las cosas. Olvido de la obligación y el deber ser para ser directamente el que soy todo el tiempo y acda momento. este que soy que se entusiasma y muerto de sueño casi que no puedo irme a dormir de la velocidad que traigo de las teclas y de sentir, darme cuenta, comprobar que la historia efectivamente está ahí, el mundo existe, los personajes están vivos yyo puedo con poco (o mucho-otra vez) percibir todo eso y más o menos volcarlo al papel (previo paso por el disco duro). En fin. Nada. Y todo. aquí estoy feliz con apenas un arranque y una idea más o menos cierta de cómo y por dónde pasaran las cosas. Falta mucho, muchísimo. Un montón. Falta todo. Y sin embargo aquí estoy con los auriculares puestos escuchando los éxitos y los remixes de las canciones y músicas que bailaba cuando creía (como debería haber sido por siempre) que la vida era eso..digo la vida...era casi todo el día una pista para salira a bailar. Aquí estoy bailando solo en la habitación frente al último print riéndome aunque sea un rato, casi burlándome (con todo respeto) de los fantasmas de la nada, la angustia, el desconcierto, la desesperación.

sábado, 8 de diciembre de 2007

EL CULO EN LA SILLA

De a poco y con cada intento agrego, mejoro, sumo condiciones para volverme escritor en serio (?) algún día.
Hace un tiempo fue el cambio de teclado, más tarde llegaron la mesa, el sillón, las mejoras en la computadora...lo último fue este atril de lectura en el que ahora amontono borradores, manuscritos y cuadernos, prints varios. Creo que con una buena lámpara terminaría más o menos de armar este espacio. O sea...el espacio más o menos está resuelto. Ahora...lo de siempre...los otros espacios...mejor dicho...faltala novia del espacio: el tiempo.
No he logrado hasta ahora en todos estos años e intentos de escribir fijar, bloquear, defender adecuadamente los espacios de tiempo para escribir. Como repito siempre: una vez una cosa, otra vez otra, después pasa aquello y más luego aquello otro y la coyuntura y el contexto y todas las cosas que tengo que hacer y etc. etc. etc...Y en el medio de todo eso por supuesto mi propia torpeza, incapacidad, dispersión, falta de concentración y decisión, cuelgues varios, y otra vez: etc. etc. etc.
Y así como puedo me construyo.
Ahora, nuevamente, estoy con el tiempo justo, las horas y los minutos contados para emprender la maratónica, titánica, milagrosa tarea de escribir una obra corta (sí claro, corta, como si eso fuera fácil o poco).
Y no hay nada hecho…o sí?.
Por supuesto que nada o casi nada de mi programa se ha cumplido hasta hoy. De hecho son las cinco de la tarde y estoy en “veremos”.
Iba a arrrancar a las 9, después a las 10, después a las 12, finalmente me senté en la máquina (puse el culo en la silla) a las 15 y enseguida me agarró sueño!!! Así que me dormí un rato, me pegué una ducha, me hice unos mates y aquí estoy con mi frustración y angustia a cuestas.
Eso sí: sin perder la confianza, sin perder el rumbo, sin perder la fe.
Algo avancé en estos días y la sensación también es que la obra está en mi cabeza. Así que bueno, una vez más: allá vamos.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

PREPARATIVOS

Aquí estamos nuevamente el autor y yo. Dispuestos como siempre en principio a esquivarnos (y esquivar el bulto) para luego-finalmente / inevitablemente- enfrentarnos, encontrarnos, mirarnos por un momento fijo a los ojos y cuando la tensión lo indique irnos de lleno y de una a las manos. Agarrarnos como los chicos y tirarnos a rodar por el piso en franca pelea. Algunas manos irán y vendrán (el famosos y mítico "piña va, piña viene: los muchachos se entretienen") empezando por las clásicas (y también infantiles) cachetazos a las orejas y después sí algunos puños certeros a la cara, a las costillas, a dónde sea y fuere.
Ahí vamos, una lucha cuerpo a cuerpo, contacto puro, fricción, calor, fundición de los cuerpos, las almas, las sensibilidades...todo.
Hasta fundirse, hacerse uno, más fuerte, más entero, más uno, más yo.
Y entonces…ahí sí, ahí viene la otra, la verdadera pelea, la auténtica batalla, la atracción principal: la batalla con la obra.
En este rincón el Autor / Yo, digamos...”El Monstruo de Dos Cabezas” y en el otro rincón Ella, la Obra que quiere ser y todavía nop es…”La Monstruo de Mil Cabeazas”.
Esa es la pelea, el forcejeo, el vale todo que se viene de inmediato. Una pelea a cinco rounds, no más. Casi me animaría a decir un round por escena aunque no necesariamente vaya a ser así (o sí). O seis. Digamos (soñemos / planeemos) un round por día: hoy miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo, lunes y martes (último día!!!).
¿Rounds de cuánto? Dos horas mínimo.

A ver...un pequeño plan (aunque sea para frustrase):

Hoy de 14 a 16
Revisión de borradores, cuadernos, trabajo de campo.
Anotaciones.
Borrador de estructura.
Intento de escritura primer escena.
Print.

Jueves de 17 a 20
Revisión.
Corrección / escritura primer escena.
Planteo / borrador segunda escena.

Viernes de 10 a 12
Revisión / corrección.
Escritura segunda escena.

Sábado de 11 a 13 y de 16 a 18
Corrección segunda escena.
Planteo y borrador tercera.
Corrección y reescritura tercera.
Planteo cuarta escena.

Domingo
Revisión general.
Cuarta escena.
Quinta escena.
Revisión completa.

Lunes de 9 a 13
Lectura. Correcciones.

Martes de 16 a 20
Correcciones finales.
Envío.


sábado, 24 de noviembre de 2007

MARCAS A LA VISTA


MiT
SONY
ARMONIL
TRAPAX
HARVARD
RIVADAVIA
PANASONIC
GALENO
PLUSMAR
MOTOROLA
SUNSHINE
HP
jWIN
WEBSTAR
PIONEER
IMATION

lunes, 12 de noviembre de 2007

APUNTES SUELTOS


Se mezclan cosas para la obra, cosas de los examenes, cosas laborales...se mezcla todo y sale todo:
  • Vega sufre de dipsonomía una enfermedad común en la edad media a decir de Fo, que llevaba a los comisarios a cometer torpes errores y equivocaciones al querer señalar en los interrogatorios, tan nerviosos se ponían que perdían absoluta noción sobre cuál era la derecha y cuál la izquierda, decían "vayase" y en vez de señalar la puerta señalaban la ventana po ejemplo.
  • Me parece que a mì comisario le pasa esto.
  • No sè si toda, pero gran parte de la obra ocurre en el despacho del comisario. Fotos de pròceres, bandera argentina, plaquetas y pergaminos, boludeces institucionales. En algún momento podría revelarse detrás de una falsa biblioteca una especie de sex-shop: estantes y estantes llenos de vibradores negros de silicona.
  • Los agentes de esta comisaría salen a buscar chicos lindos, niños ricos con tristeza, que estén mandándose alguna tipo fumarse un porrito, y si no encuentran ninguno bardeando van lo paran y algo le plantan, lo asustan. Por las buenas o las malas se lo terminan llevando haya o no cometido delito. Estos arrestos son parte del delivery gourmet con que mantienen contento al comisario. Además están siempre a la caza de negritos para mantener abastecido al resto del destacamento.
  • La comisarìa es un desconche pero bien, hasta que llega Rojo que además empieaza a matar pibes.
  • Hoy pudo verselos a Rojo y Verri en los hechos de violencia ocurridos frente a la legislatura donde la infantería se enfrentò a taxistas y camionero. Rojo de uniforme completo (casco, botas, chaleco, escudo, bastón en mano, camisa manga corta que deja apreciar sus tubos) muele a palos a un manifestante indefenso que está tirado en el suelo. Verri se acerca y le advierte sobre la presencia de las cámaras de televisión que a esta altura han registrado todo. Más tarde se acuestan viéndose a sí mismos en el plasma robado que Verri tiene en el dormitorio del dos ambientes en el que vive en Soldati.
Por otro lado:
  • Roberto Zucco como juglar, el primer villano se imita a sì mismo e invita a otros a que lo imiten , lo copien (Copycat), RZ como un Cristo que se inmola por la humanidad, peca él por todos. Azota a la humanidad.
  • RZ como máquina de matar que podría mover a la risa. Una risa satánica?

Y a la vez en mi cabeza de productor:

Roberto Zucco, Roberto Zucco, Roberto Zucco...una ópera...

miércoles, 7 de noviembre de 2007


Rara calma en la que me encuentro después de la entrega, después de las generosas y respetuosas devoluciones y comentarios que me hicieron comáñeros y maestros.

La calma, la tranquilidad ante la aparición y concientización de "la obra". No claro la obra terminada sino la que podríamos llamar "la obra dentro de la obra", "la obra que cuenta la obra".


Cuando te dicen"Ahí está todo lo que te hace falta: tenés el lugar, tenés los personajes, tenés el conflicto...""No te hace falta nada más".

Nada más? Bueno, no...nada más no. Ahora al trabajo, a organizar esto, a plantear una hipotésis de obra, una estructura. Esto es lo que el material y "la obra" están pidiendo: estructura. Falta saber qué pasa ahora, cuál será el nuevo eqiuilibrio, el nuevo orden al que se arriba. Falta. Falta tiempo, trabajo, "horas-culo" se dice.

Y limpiar claro, reescribir, suavizar, no ponerse sobreenfático...

Todo eso.


Tengo trabajo por delante. Obviamente me esperan dificultades y angustia. desconcierto, cambios, momentos de desaliento.

Es inevitable y hacia allá voy con una sonrisa de felicidad en la cara, con la cabeza en "la obra"y la obra en la cabeza .

Y en el cuerpo también, claro.

Sin el cuerpo, sin el cuerpo definitivamente no hay nada.


domingo, 4 de noviembre de 2007

LO PEOR PARA UNA MADRE

En el subte, línea D, algún punto entre Palermo y Carranza. Una niña me mira y mirá las bolas chinas con las que me hago masajes en el cuello. Hay algo en los ojos de la nena pero no alcanzo a distinguir qué es. Tiene unos 8 años.

Nena.- ¿Qué es eso?
Eu.- ¿Esto? (las hago sonar chocándolas entre sí) para hacer masajes...
Madre.- El ying y el yang...
Eu.- yo las uso todo el tiempo
Madre.- Todo suma
Eu.- claro.
Madre.- ella se arrancò las pestañas
Eu.- ¿se arrancó las pestañas?
Madre.- unas pestañas así de largas tiene y se las arrancó
Eu.- (mientras caigo en qué era lo que me llamaba la atención en su mirada) ¿por qué?
Madre.- se las arrancó y sabés lo que es eso para una madre, es lo peor, es clavarle una puñalada en el pecho. ¡Adiós! (bajando en Carranza)
Eu.- adiós...

Madre e hija se alejan por el pasillo mientras el subte cierra su puerta.
La niña sin pestañas me saluda con la mano, me sonríe y abre grandes sus ojos desnudos.

viernes, 2 de noviembre de 2007

BASURA FELIZ

Mucho más relajado paso estos días a la espera de la devolución que harán de mi trabajo compañeros y profesores. Espero tranquilo y ansioso la lluvia bendita de flores y cascotes. Espero ver las fallas que no veo pero también las virtudes que se me escapan si es que las tiene. El potencial, lo que parece que sirve, lo que no. Y claro las benditas puntas que sirvan para orientarme en este material en que me encuentro perdido. Menos perdido de lo que creía estoy pero estoy perdido. Durante estos días releí varias veces el trabajo y -más allá de verle problemas, fallas, huecos, vacíos, excesos- logré reconciliarme con él. Verle en algo su fuerza y como hay algo de los personajes y las situaciones sueltas y caóticas que podrían estar constituyendo u mundo y una hipotesis de conflicto y acción. Una hipotesis de obra. Todo esto por fuera de mi propia voluntad e intención.

Por ahí nada que ver. Por ahí algo que ver. Por ahí (lo más seguro) termine sorprendiendome para bien y para mal con lo que los demás encuentren revolviendo en mi basura. Mi linda y feliz basura.

jueves, 1 de noviembre de 2007

PARAR UN TOQUE

Está bien, paremos un toque. Hasta ayer todo era angustia, escribir y que aparezca la obra y que pase esto y pase lo otro y patatin y patatan. Bueno el borrador, el proyecto digamos, ya fue entregado. Ahora un pequeño break. Un break de un rato apenas, nada. Como para extrañar escribir.¡Pues vaya que lo extraño!

miércoles, 31 de octubre de 2007

ALGO


Bueno..ahí fue. Ahí mandé lo que tenía que mandar. Costó pero salió, algo salió. No es que sea de gran calidad ni tampoco un alarde de volumen o producción pero es algo. Sentado en el colectivo en medio del embotellamiento me encontré leyendo el borrador que lo que tenía era sólido, por lo menos más sólido que la vez anterior. Poblado de fallas y cosas para corregir y cambiar. También cosas para dejar, continuar y explotar. Es claramente un material que necesita trabajo y es claramente un proyecto de obra y no aún la obra ni nada que se le parezca. O sí. No es bueno, e incluso (seguramente) sea malo, pero es. Existe. Es sucio, deforme, mugroso. Es barro. Y eso ya es algo.

martes, 30 de octubre de 2007

LOST


Se va , se va...el tiempo se va y las imágenes no llegan, las palabras no aparecen. Las ideas no funcionan. Perdido. así me encuentro en este momento (o hace cuánto?) con respecto al material conque estoy trabajando. Trabajo trabado.

Los personajes están más o menos. Son cuatro. Ahora...¿dónde están?¿qué pasa?¿cuál es el conflicto?¿cuál el deseo y cuál la contradicción de cada uno?¿quién quiere qué y qué es lo que se le opone?¿cuál es el punto de fricción?¿dónde está el fuego?¿por dónde entrarle en definitiva?

Me quedan menos de dos horas ahora para tratar de resolver algo. Y después a la noche, quizás, un rato y luego: enter, send.

Aquí estoy, sentado. Como hace más de tres horas...un montón de papeles frente a mí, un montón de ventanas abiertas en la pantalla...¿y qué tengo de nuevo? Nada.

Aquí me quedo un buen rato más, aquí me quedo confiando, esperando, trabajando, intentando..

Aquí me quedo. aquí estoy.

AHORA SI


Parece que finalmente, aparentemente, tengo mis tres o cuatro horas de tranquilidad y concentración (siempre relativas y frágiles) para meterle mano a la obra en cuestión (la que debo entregar hoy a la noche!).

Meterle mano vendría a ser en este caso: corregir lo ya escrito, pasar las correcciones, organizar los pedazos sueltos, definir cuestiones básicas de contenido y funcionamiento, tomar decisiones, y escribir de nuevo. Todo esto al mismo tiempo. Tal vez termine trabajando sobre la reformulación de lo hecho, tal vez reescriba todo hasta donde llegue. Pienso también en la posibilidad de enviar no solo lo que sería el borrador en sí sino también todos los materiales periféricos que fuí generando, propios y ajenos , como parte del mismo corpus dramatúrgico (?!).

No sé.

Tengo ahí sobre el escritorio una montaña de papeles: prints de los distintos materiales, la primera entrega corregida, cosas nuevas, cosas sueltas. Repartidos en un cuaderno verde y una libreta negra otras tantas anotaciones o escritos alrededor de esto. Y también material documental que podría sumar al trabajo de modo inspirativo y/o intertextual.

Voy entonces a meterme con eso...

(de fondo: Cypress Hill, "Hits from the bong")

lunes, 29 de octubre de 2007

WARM-UP


Calentar los dedos, ablandar la mano, mantenerse en estado "escribiente", sintonizar, ponerse en onda, ponerse en tema...todas estas podrían ser razones/motivos/objetivos/razones de ser de y para estas entradas, estas irrupciones de la persona en el autor y del autor en la persona. Es quizá darles un tiempo para que se encuentren, hagan el cambio de turno para ocupar el cuerpo y la mente del que está sentado ahí imaginando, dejándose llevar, arrastra por fuerzas que empujan y que frenan y que van más allá de la voluntad y las ideas.
He renunciado a tener las horas ideales, más firma me pongo más fracaso más me frustro. ¿Entonces? Entonces una forma más relajada, más ser el que soy y voy pudiendo ser. Más un estar en contacto y al tanto permanente con lo que se va a construyendo en la cabeza, más dejarse atrapar por el mundo que construimos y más también en su propia capacidad de autoconstrucción.
No estoy diciendo (escribiendo en verdad) que no haya que planificar el trabajo y tratar de respetar ese plan, lo que digo es que hasta que ese plan se instala de hecho, se constituye en algo seguro, en una actividad que marca y cierra su propio perímetro de espacio y tiempo e impide que otras cosa ocupen o compitan con su lugar como por ejemplo la forma, la manera en que se fijaron en la rutina semanal las prácticas de Aikido. Son tres, a veces cuatro días y horas a la semana que ya aparecen por default bloqueadas en la agenda y que no aceptan en principio ser ocupadas con ninguna otra actividad o interés que no sea esa.
De la misma manera habrá que tener paciencia para que la escritura ocupe esos tiempos y de esa forma, con esa calidad y autoridad.
Mientras tanto esto: ser el que se puede ser, hacer lo que se hace, escribir lo que se escribe y darle tiempo a la persona y darle tiempo al autor para que se encuentren, se conozcan, trabajen juntos, sean uno solo.
Defender las horas escribiendo. Al final habrán sido diez horas o veinte o treinta o dos o ninguna. Por ahora serán las horas y el tiempo que uno de hecho termine dedicándolo. Lo demás, planes e intentos de ser rígidos y estrictos, no parecen funcionar bien hoy. No por lo menos con la persona que vengo siendo, tampoco con el autor que quiero ser.

domingo, 28 de octubre de 2007

DUELE

Ahí duele, justo ahí. Duele hace años. Vive. Un dolor que no se va nunca. Una molestia, una complicación y también ¿qué? ¿un signo? ¿una manifestación física de qué? o sea...encima del dolor y la molestia ¿hay que tomarse el trabajo de encontrarle sentido y significación? Podría ser, por qué no...
En todo caso: duele. Molesta, invade. Acompaña.
Este dolor de cuello me está matando, cada mañana despierto peor y cada día lo considero más parte mía, más una cosa hecha. Algo que ya fue. Algo que no tiene arreglo. Como quién dice: no sé ya a qué médico, osteópata, acupunturista, traumátologo, shiatzuterapeuta, masajista, sanador pránico, fisioterapeuta, quiropráctico o chamán ir para que me solucione el tema.
En un rato inevitablemente llegará el parche chino a tratar de calmarme en algo. Además se ha sumado en las últimas semana un exquisito pinzamiento digamos en toda la zona del hombro y el omóplato izquierdo que trae como consecuencia justamente una especie de calambre y sensación de hormigueo en todo ese brazo. El brazo dormido.
Y de noche no encuentro posición.
Es domingo y ya ayer se perdieron las primeras dos horas con las que contaba para trabajar en la obra. O sea el pequeño atisbo de plan de escritura para esto días arrancó fallando y así como así por una cosa o por otra (desables y no deseables, placentearas y no tanto, etcetera y etcetera) se esfumó ese primer par de horas de trabajo. Se perdieron en el aire, en la calle, en otros trabajos. Se fueron , se murieron y ya nunca volveran.
Ahora, así dolorido y somnoliento y pensando metáforas a partir del dolor cervical, encaro este nuevo y resplandecientísimo (?) día con la esperanza de avanzar algo (más) en la escritura. Es una mañana como de cuento con el sol en el cielo, el cielo celeste, y unos pajaritos gorjeando alegres cerca de la ventana de la habitación. Por supuesto (obviamente) tengo hoy también un montón de cosas para hacer además de esta (que en algo es la única que realmente me importa) y el día se agazapa para robarme el tiempo e impedir con todo tipo de artimañas que yo escriba.
Duele el cuello, la cabeza, duele el brazo y también la mano. Hacen ruido los dedos en el teclado, zumba la computadora, titila el monitor y yo me preparo para pelear las primeras dos horas de escritura del día sin saber (¿será ese el dolor del cuello?) qué voy a escribir , cómo resolveré los infinitos problemas a los que me enfrento en la obra como por ejemplo (apenas un detalle!) sobre qué cosa finalmente tratará.


(Siguen los pajaritos, además ladra un perro y ya que estamos pasa un avión.)

sábado, 27 de octubre de 2007

VER


Me levanto, voy al baño, me lavo la cara, me visto. Salgo a la vereda a buscar el diario, preparo el desayuno. Paso las páginas, miro las fotos, leo los titulares de costado. Me llama la atención algo sobre el crimen de los tres policías. Parecería ser, dicen, que arrestaron a dos sospechosos y que podría tratarse de un crimen pasional. Esto es para la obra pienso. Uno de los sospechosos habría tenido un romance con una mujer policía (¡me encanta esto!) que lo dejó para irse con uno de los ratis muertos.
Ahí hay algo para hacer, algo para escribir. Experimento una sensación de impunidad emocional podriamos llamarla, por la forma en que vuelvo todo material y materia de trabajo abstrayéndome del dolor que puedan haber causado en la vida real estos asesinatos. No puedo evitarlo, no quiero evitarlo. Como si necesitara todo el tiempo encontrarme con noticias como esta que sirvan para orientarme, darme pistas sobre los posibles caminos que pudiera tomar la obra cuya segunda versión o más bien segundo borrador tengo que entregar en 4 días, esto es: martes a la noche. En el medio, como siempre un millón y medio de cosas que hacer. Aventuro una cuenta posible respecto de la cantidad de horas que me quedan para trabajar en esto de hoy al martes. A ver...(tomo un sorbo de té, suena Beethoven) hoy a la tarde más tarde podría trabajar en el mejor de los casos digamos unas dos horas, digamos de 18 a 20. Mañana, mañana capaz que un par de horas a la mañana y a la tarde podrìan ser unas tres o cuatro horas. Bien...el lunes de 15 a 17:30 y a la noche un poco. Y el martes, el martes podría ser toda la mañana de 9 a 13 o 14 pongámosle. Y a la noche un último rato de una hora o dos, si da el cuerpo, si la cabeza da. O sea, en total, tengo por delante unas quince horas así a grosso modo. Siempre se pierden un montón de horas, minutos, segundos por el camino con lo cual tal vez terminen siendo unas diez horas (¡¡ojalá sean tantas!!). Bien, veremos si esas horas de verdad existen, veremos si sé aprovecharlas, veremos si algo se me aclara, si la historia aparece, los personajes (más o menos están), el conflicto y todas esas cosas que hacen a una obra. Veremos si aparece la mujer policía y su romance del pasado, veremos a los asesinos entrar en la noche y dispararles a los policías en la cabeza y en el cuerpo, veremos el resplandor de los cuchillos y las facas, veremos como son apuñalados salvajemente en nombre del amor perdido, movidos por los celos, veremos esas puntas, esos filos entrar y salir de la carne humana, con violencia y desesperación y quizá entre tanta sangre los ojos del enamorado, del despechado, vidriosos, llorosos, meláncolicos, veremos en esos ojos el reflejado el amor que no fue y tal vez lo oigamos diciendo:tomá, tomá, tomá mierda. ¡¡¡Tomá!!! ¡¡¡Me robaste la novia mierda tomá!!! Veremos, veremos. Quizá nada de esto se filtre, o por ahí se filtre todo. Veremos.

Eso: veremos.
Y después: ¿sabremos?.
(Suena Vivaldi)

viernes, 26 de octubre de 2007

LA ADICCION MAS QUERIDA


Anoche me fuì a la cama a dormir justo inmediatamente después de haberme quedado dormido en el sillón frente a la màquina mientras escribía y de esa forma iniciaba "oficialmente" este diario llamado, tal vez un poco pretenciosamente "Diarios de Autor". Tal vez pretenciosamente. Tal vez, solo tal vez.
Autor, autor de qué ? puede preguntar alguno en todo su derecho. Autor en potencia podría responder yo refiriéndome por ejemplo a la posibilidad, el deseo, la intención, la voluntad de escribir y terminar en algún momento una obra de teatro, un libro, una novela... Autor sí de poesías ya escritas aunque nunca publicadas. Autor , escritor, autor que escribe aunque nadie o casi nadie lo sepa...Autor de mi propia vida podría responder también cayendo en una metáfora un poco gruesa.
Si tengo en mi máquina una carpeta que se llama "Autor", porque no tener un blog que refleje ese proceso, ese camino, esa voluntad.
Crear una adicción a la pluma o a las teclas, da igual.
Escribir hasta quedarse dormido frente a la pantalla, levantarse y salir corriendo a escribir. No poder dejar de hacerlo. Hacerlo todo el tiempo. En concreto. También en la cabeza, mientras se come, se caga, se camina, se hace deporte, se va al trabajo y se vuelve, mientras se coje, mientras se atraviesan problemas, mientras se logran soluciones, mientras se lucha y también mientras se lavan los dientes. Todo el tiempo pero más que nada en la máquina, en el cuaderno, en un papel cualquiera, en una servilleta, en un boleto de tren. Escribir, escribir, escribir , escribir. Sin parar y sin pensar si lo que se escribe es bueno o malo. escribir lento pero también a toda velocidad. Escribir hasta que se prendan fuego los deedos, hasta que se quemen las manos, hasta que estalle el papel. Y corregir y todo eso, obvio, también. Y distinguir claro lo que se escribe en un diario-este por caso- y lo que se escribe como obra ¿o es todo obra?.
Escribir y escribir: intoxicarse de escritura, fumarse las palabars, inyectarse las letras, inhalarlas. Volverse un adicto a voluntad. Enfermarse de eso. Curarse con eso. La enfermedad y la medicina juntas. Eso. Feliz enfermedad que cura y hace de la vida propia, la de los demás y tal vez del mundo un lugar mejor para vivir o por lo menos -y como premio consuelo- un lugar menos peor.

YO QUERÌA SER AUTOR

Aquí estoy intentándolo de nuevo, escribir y escribir algo, lo que sea pero que sea algo. Buscarle la vuelta. Luchar con las palabras una batalla que sabemos perdida, que sabemos batalla.
Intento ahora este otro camino que refleje algo, aunque sea un poco, muy poco, lo mínimo indispensable; este proceso que hago. Esta cosa en la que me veo envuelto muy a mi pesar, muy a mi alivianar en realidad, en verdad.
Este camino arduo al que no puedo ni quiero ni imagino renunciar.
Mi analista una vez me dijo: "Cada vez que se toma la pluma se mata al padre" ¡¡Uh!!
¿Y cada vez que se enciende la computadora? ¿¿Y cada vez que se apreta una tecla???
Debe ser matar al padre a los trompazos de dedos. Una especie de digitopuntura al revès. Se usan los dedos para clavarle al padre las letras como agujas a lo largo y ancho de todo su cuerpo. Agujas en el torso, en el abdomen prominente,en los brazos fofos, en las piernas deformes. Clavar agujas en la frente y en la mollera calva. Clavar agujas en los labios, la nariz, las orejas. En la punta de la lengua. En los párpados o, mejor, directamente en los ojos. Eso. Como en la película "Audition". Esa escena en que la chica, la japonesa, paraliza al tipo con un veneno que no lo mata pero lo deja inmovilizado y le empieza a clavar agujas por todo el cuerpo. Y le clava unas en los ojos. Y después le corta un pie...bueno...terrible la película y no viene al caso.
Bien...ampliando el concepto, generalizandolo un poquín nomás..capaz que diríamos.Cada vez que se escribe se mata al padre.
Y se escribe la propia historia. Y cada vez que se escribe, sea verdad o mentira, realidad o ficción; cada vez que se escribe se escribe la propia vida. Se cuenta una historia. Se cuenta cómo nos volvemos hombres. cada vez que escribo me vuelvo un poco más hombre. Soy. Devengo. Aparezco. Existo de una forma distinta en un plano diferente. cada vez que escribo me vuelvo este: el trasnochado, el borrachín, el hombre simpático, el que parece tener menos años, al que varios le dicen: Pibe.
Aquí estoy intetándolo de nuevo. Buscar buscar buscar. Mostrarse. Estar. Y en el camino sorprender cada tanto. Tirar unos triangulitos, sacudir los rompeportones, hacer un mínimo esfuerzo y viajar.
Escribo, escribo, escribo.
Muestro el que soy con palabras.