miércoles, 7 de noviembre de 2007


Rara calma en la que me encuentro después de la entrega, después de las generosas y respetuosas devoluciones y comentarios que me hicieron comáñeros y maestros.

La calma, la tranquilidad ante la aparición y concientización de "la obra". No claro la obra terminada sino la que podríamos llamar "la obra dentro de la obra", "la obra que cuenta la obra".


Cuando te dicen"Ahí está todo lo que te hace falta: tenés el lugar, tenés los personajes, tenés el conflicto...""No te hace falta nada más".

Nada más? Bueno, no...nada más no. Ahora al trabajo, a organizar esto, a plantear una hipotésis de obra, una estructura. Esto es lo que el material y "la obra" están pidiendo: estructura. Falta saber qué pasa ahora, cuál será el nuevo eqiuilibrio, el nuevo orden al que se arriba. Falta. Falta tiempo, trabajo, "horas-culo" se dice.

Y limpiar claro, reescribir, suavizar, no ponerse sobreenfático...

Todo eso.


Tengo trabajo por delante. Obviamente me esperan dificultades y angustia. desconcierto, cambios, momentos de desaliento.

Es inevitable y hacia allá voy con una sonrisa de felicidad en la cara, con la cabeza en "la obra"y la obra en la cabeza .

Y en el cuerpo también, claro.

Sin el cuerpo, sin el cuerpo definitivamente no hay nada.


No hay comentarios: